Los chicos son luminosos y esa condición básica los hace iluminar zonas oscuras con toda naturalidad y sin reparos.
Mi hijo Andrés está procesando la muerte de su abuela y con ella creo que la realidad en todo su esplendor: somos finitos, nos vamos a morir,
- "¿todos?", - "sí todos".
Durante el día está tremendo, desfiante, enojado, peleador, enbroncado, rebelde. Cuando cae la tarde empieza a mezclarse todo eso con angustia y a la noche se vienen las preguntas extremas, de esas que todos algún día nos hicimos y que ahora como padres nos toca responder.
Anoche le sumamos llantos, fotos de su abuela, recuerdos, abrazos y un sueño reparador en la cama todos juntos.
Estoy absolutamente conmovida, tanto que a pesar de que los diálogos con él y sus inquietudes son interesantísimas me pesa más la conmoción y todavía no puedo reproducirlas. Además siento que todo esto tiene que ver con su absoluta intimidad y bueno... me sale preservarlo.
Me maravilla su posibilidad de decir, de preguntar, de sentir. Me alegra ver que tiene esas herramientas, que puede hablar de lo que lo preocupa, que se puede enojar sin temor a represalias.
Me gusta poder decirle que llorar está bueno, que estar triste está bien. Me reconcilia con mis duelos contarle que yo también lloré mucho y que estuve tristísima cuando murieron mis abuelitos y sentir que estamos compartiendo por primera vez un dolor fuerte.
Me colma de amor abrazarlo y saber que en mis brazos se siente a salvo por un rato, se puede entregar, y se va quedando dormido hasta que lo escucho respirar como un angelito con su pijama blanco.
Con amor, todo se cura.
ReplyDeleteXime, que conmovedor lo que relatás!!
ReplyDeleteQue bueno acompañarlo en este proceso. Y como nos moviliza a nosotros hacerlo junto a ellos...
Cariños.
Vero
Una noche de Febrero, repentinamente, se muriò mi viejo. Esa tarde habìa compartido varias horas a solas con su nieto de 8 años, mi hijo mayor. Yo se que de toda la familia el màs afectado fue èl. Creo que a partir de ese momento me mira pensando que yo tambièn alguna vez me voy a morir, y le duele, y me duele, y lo quiero tanto. Desde ese momento los abrazos son màs intensos. Por suerte nos tenemos, y tenemos a las otras tres mujeres de luz de la familia.
ReplyDeleteemilio
Què loco ...estoy pasando por lo mismo,dentro de unos dìas se cumple 1 año de la muerte de mi papà,el domingo estuvimos en la que era su casa en el Tigre ,y volvimos con muchos recuerdos ,mucho a flor de piel,no "procesado" a mi entender
ReplyDeleteAyer leìa un libro en el que citaban una enseñanza de un maestro zen,hablaba de la diferencia entre el dolor y el sufrimiento...el dolor no puede evitarse,hay que pasarlo,no queda otra,pero el sufrimiento vendrìa a ser otra cosa...què hacer con el dolor entonces para que no se transforme en sufrimiento? y los chicos? dònde quedan parados?
Creo que no hay mucho para entender ,sòlo permitirse sentir...no?
XIME CUANTA TERNURA ME HICISTE CAER UNAS LAGRIMAS,QUE DIFICIL RESPONNDER ANTE EL DOLOR,PERO QUE BUENO QUE SE PERMITAN EL DUELO DE ESA FORMA,NOMBRANDO A LOS QUE YA NO ESTAN,TENERLOS PRESENTES EN FOTOS,Y LAGRIMEAR MAS DE UNA VEZ TODOS JUNTOS.
ReplyDeleteBESOS Y FUERZAS!!!!
Chiquitito lindo, descubriendo la finitud de la vida...
ReplyDeleteQué bueno conectar, contenerlos, responderles aún aquello que más les cuesta procesar. Es sano.
Me asustan los silencios, las cuestiones inconclusas, la falta de empatía de tantos padres.
Lo hacés muy bien Xime; y me parece muy noble que resguardes su intimidad.
Y se me caen las lágrimas de la emoción.
Te mando un fuerte abrazo!
Xime,
ReplyDeleteSon los primeros dolores fuertes de su vida y qué bueno que estés sosteniéndolo así!!!
No te olvides de hacer tu duelo y tu marido el suyo por acompañar a Andrés.
Un beso grande!
Siempre te digo lo mismo,me impacta que nos pacen cosas muy parecidas con nuestros hijos mayores.Tal vez sea algo de la edad...
ReplyDeleteBianca me taladra a preguntas sobre la muerte,con tanta angustia,parece no querer resignarse a que todos algun dia vamos a morir,
Mis respuestas no le alcanzan.Eso me angustia,no puedo evitar que sufra.Tendra que encontrar sus propias respuestas.Yo seguire acercandole mi vision de las cosas.
Y estar cerca para que el tema salga si quiere.Y revivir mis propias preguntas infantiles,para pensar y entenderla (entendernos)
Esta bueno eso de no instalarse en el sufrimiento,dejar que dolor siga su curso...La alegria de estar vivos es lo unico que tenemos.
BESOS PARA TODOS
Hace 15 días perdimos un embarazo de 18 semanas, fue muy doloroso, para mi mujer y para mi, a Lautaro de 4, se lo dijimos cuando volvimos del hospital donde con Gimena estuvimos internados 3 días, el estaba muy entusiasmado con el crecer de la panza y la idea de tener un hermanito, ya sabiamos que era varon, Mi mujer fue la se lo dijo despues de que él le preguntara, yo no estaba, ella le dijo, que como el sabia, el bebe estaba enfermito y se habia ido al cielo, el lo tomo bien y entendio que no iba a tener un hermanito y que en la panza de mama ya no habia nada; Desde ese momento me quedo la sensacion de que no habiamos sido claros, no se si tendriamos que haberle dicho que habia muerto, no se si era el momento para ponerlo de frente con semejante realidad, si llevarlo a la tristeza que nos sumo ese hecho.
ReplyDeleteImagino que en un futuro hablare con el sobre este asunto.
Diego