Thursday, May 29, 2008

MUY IMPORTANTE

Pasen y vean, es todo un tema, muy importante,

reflexionen, firmen, opinen, comenten, divulguen

http://licenciamaternaargentina.blogspot.com/

Personalmente estoy absolutamente convencida, de que en buenas condiciones maternantes, que una mujer pueda estar con su bebe hasta los 6 meses de vida del pequeño, sin tener que cumplir con exigencias laborales de horarios extensos, preocupaciones, estreses y demás, aporta un beneficio fundamental para esos niños, para esas madres, para las familias, para las sociedades, para el mundo entero, para una evolución más amorosa a todo nivel y en términos generales. Que tan bien nos vendría a todos.

Saturday, May 24, 2008

"¡esperá por favor!"

ESPERÁ es una de las palabras que más uso en estos últimos tiempos, y no me hace sentir bien tener que usarla tanto.

Muchas veces por día les digo a los chicos "esperá", "esperá por favor", "tenés que esperar", "te dije que esperaras", "hay que aprender a esperar".

Pensándolo bien está buenísimo que aprendan a esperar, pero una tiene esa cosa de madre que hace que quisiera poder brindarles todo lo que necesitan sin demasiada espera, un ideal por supuesto. Tampoco sería una buena enseñanza que tuvieran todo lo que quieren ya.

Igual me gustaría tener que usar el esperá un poco menos, aunque la verdad es que nuestra vida familiar está pasando por un período de espera estructural, una espera generalizada. Todos esperamos un poco, esperamos algo, algo que mientras lo esperamos lo vamos construyendo. Esperamos rearmar la familia con un integrante nuevo y toooodo lo que eso implica en los cruces vinculares.

Tres hijos son un montón y más si a una le sale darles a cada uno un lugar propio e importante. Casi todo el tiempo la sensación es que a alguno le está faltando algo. Y una vez más, es buenísimo que aprendan esto, que hay otros, que hay que compartir, que todo no se puede. Pero la sensación de que no alcanzan las manos, de que siempre uno queda más lejos, de que los tres al mismo tiempo no caben al lado mío, es fuerte, por momentos me angustia y tengo mucho que procesar y aprender.

Muchas veces los chiquitos no pueden esperar. ¿Será que sus estructuritas psíquicas de personas que recien comienzan a vivir, se sienten suspendidos en la nada mientras esperan ... que les des la galletita, que les pases el chiche, que los saques de la bañadera, que les alcances el agua, que les pongas la teta/mamadera en la boca ... y tantísimas cosas más?

Esperar el turno es difícil para todos, no solo a los pequeños les resulta a veces imposible.
Hay esperas más urgentes que otras, algunas hacen bien, algunas hacen mal.

La vida se puede pensar como una sucesión de esperas y llegadas, de expectativas y logros, de construcciones que se dan gracias a los mientras tanto esperamos.

Esperamos crecer, esperamos ser grandes, esperamos encontrar un gran amor, esperamos tener hijos, esperamos ser buenos padres, esperamos sentirnos conformes con lo que hacemos, esperamos tener buenos amigos... y vamos armando lo que deseamos mientras la espera nos ayuda a alcanzarlo.

Esperá quiere decir mientras tanto tenés que inventar algo.

Esperá es ir aprendiendo a autocontenerse, a estar con uno mismo.

Esperá es experimentar que sí o sí sigue habiendo vida en la espera.

Todo esto siempre y cuando los tiempos de espera sean lógicos y posibles de tolerar para el que queda en stop.

Según las edades de los niños esa posibilidad será bien distinta, ellos mismos nos van mostrando cómo es una capacidad que van adquiriendo, con la comprensión, con los hábitos, con la constancia, siempre y en el mejor de los casos lenta y paulatinamente.

Aprender a esperar, como todo aprendizaje delicado, debe ser tratado con sumo cuidado. Es evidente que no es una adquisición fácil. Se accede con conflictos, frustraciones mediante, tránsitos dolorosos, sensaciones feas que tolerar.

¿Cuántos adultos la pasan muy mal por sus dificultades para poder esperar, para entender que las cosas van llegando cuando el momento lo permite?.

Muchas veces cuando me escucho a mi misma diciendo "hay que esperar, esperá, por favor esperen" me doy cuenta de qué difícil puede ser para ellos, chiquititos, ansiosos y muchas veces asustados por cosas que todavía no comprenden.

Si es difícil para mi y llego a sentirme desolada por tantos pendientes y todo lo que por ahora tiene que esperar. Por más que la lógica y la experiencia me acompañan, también me asustan ciertas esperas necesarias, exigentes, fundamentales y de alguna manera también bienvenidas, que me enseñan a vivir.

Ser conciente del costo del pedido "esperá" me ayuda a tolerar las rebeldías, los desafíos, los malestares, los malhumores mios y de los demás.

Esperar no es fácil en general. Esperá quiere decir "arreglate", un chico puede sentirlo como "arreglate solo", es un arma de doble filo. Es una enseñanza esencial.
Para los amantes la espera puede ser tan constructiva y sostenedora del deseo, como un modelo de mal enganche total.

Cuando amamos a alguien no queremos hacerlo esperar, más vale lo contrario, queremos conformarlo, nos gusta verlo feliz ya, poder brindarle lo que quiere, lo que necesita, satisfacer sus deseos.

El valor de la espera es una de las cosas más importantes que aprendí con mi primer terapia, allá lejos y hace mucho tiempo, experimentándolo en carne viva. Aprendí que saber esperar podía ser buenísimo. Sentí como en la espera elaboraba cosas, entendía, sentía, vivía y crecía. Pude ver que esperar me ayudaba a estar en mi, a entenderme, a contenerme, a saber lo que quería, a estar más conciente, a darle tiempo a que sucediera lo que tuviera que suceder.

Poder esperar también sirve para ver mejor al otro, para comprender y aprender el manejo de otros tiempos, para registrar y respetar la diferencia.

Una vez más, escribir sobre algo que me ronda me hace bien.
Bueno, hasta acá llegué.

Monday, May 12, 2008

TETA TENTE EN PIE

La teta viene a ser un tentempié, o una picadita, se podría decir. Es obvio que el plato fuerte está siendo la mamadera. Por suerte, una buena picada a todos nos encanta, claro, sabiendo que después viene el plato principal.

El chiquito está bárbaro, de buen humor, rellenando sus pliegues y con una mirada de paz que me hubiese gustado vérsela siempre, pero bueno, no pudo ser. Hoy me dijo el pediatra que batió todos los records posibles de engorde en una semana y ya pesa 4 kilos, ¡guau!, contento él, contenta yo.

Asi que, ¡teta tente en pie, por favor!, y ¿por qué no?, aunque sea algo es algo, ¿a quién no le gusta un tentempié entre horas?.

Gracias a todos los que me pasan datos, información, solidaridad, aliento y apoyo. La verdad es que en mi coyuntura actual (mamá de tres chiquitos) decidí que no puedo dedicarme a sacarme leche, a usar un relactador, a descansar más horas, etc. Hay otros dos que también me necesitan mucho y esto del complemento me está sirviendo para repartirme mejor. Estamos todos más tranquilos, lo cual hace que el hermanito sea mejor bienvenido.


Me estoy sumergiendo y descubriendo el mundo de las mamaderas, de los regurjites y las cacas con olor ( la leche de teta ni mancha ni da feo olor), de las levantadas de la cama a toda hora de la noche para preparar las mamolinas, de las manchas de la ropita que no salen asi nomás. Con la leche de teta todo es más fácil, jamás había sentido lo que era tener sueño por no dormir de noche, ahora entiendo a tantas madres tan cansadas durante el día. A mis hijos anteriores me los ponía a mi lado en la cama, tenían teta libre, mamaban en el momento que necesitaban, yo tal vez ni me enteraba y todos felices y descansados.

Ahora a dormir entrecortado, a lavar y hervir mamaderas, a cambiar baberos después de cada tomada, a llevar siempre en la cartera una memi y un cartoncito. Asi es... Claro que es más incómodo. La sensación de ir con el chiquito encima y no necesitar nada más que a una misma para alimentarlo es hermosa y facilitadora de la crianza estos primeros tiempos tan demandantes. Asi que nunca digas nunca, porque nunca se sabe.

Durante el embarazo me decían "no te preocupes, el tercero se cría solo". El mío no, mi tercero no es de esos. Felixito se hace oír, se hace atender, me hace sentir cosas nuevas y desconocidas que nunca antes había sentido. Está haciendo que comprenda y comparta sensaciones que no conocía. ¡Qué bárbaro!

Saturday, May 10, 2008

Hay de todo

En momentos asi se ve claramente como hay gente para todo, hay gente comprensiva que acompaña con buena onda, hay cariñosos, hay personas que se ponen en tu lugar y te ayudan a pensar, a seguir, a entender. Hay algunos muy empáticos que dicen lo que necesitás que digan, hay quienes aconsejan, intentan ayudarte, te ayudan, se ponen cerca. También están los que de refilón te juzgan y te dicen lo que tendrías que hacer o haber hecho, sin tener en cuenta tu situación particular, los que siempre tienen algo más que agregar, los que hablan de si mismos y no conectan demasiado con lo tuyo, los que están en otra y cambian de tema porque sinceramente no te pueden seguir y está bueno, a los que no le interesa y te ayudan a meterte en otro plan. En todos los casos cada estilo aporta algo y viene bien, a mi por lo menos me sirve. Los que me parecen realmente muy ceros y muy feos son los que de mala onda declarada se meten en tu vida, opinan sin saber y desde un pedestal, pobres, ¿no se dan cuenta que emanan resentimiento y mal olor existencial?, si encima lo hacen sin dar la cara... es decir que son cobardes.

Estos días veo claramente y a veces me sorprende, cómo hay gente con tanta capacidad de empatía y otra con tan poca. La gente anda por la calle, vé una madre con tres niños y reacciona de dos maneras básicas: muy gentilmente o desapercibidamente, esas son las tendencias básicas y extremas, pasando por todo tipo de variables porsupuesto. Lo interesante es ver cómo hay personas que logran el gesto ideal que una necesita para ser ayudada, o todo lo contrario. Están los que aparecen cual superheroes en el momento preciso, los que te abren la puerta justo cuando lo necesitás, o se corren, o detienen con onda a uno de los niños que salió corriendo, o te alcanzan una servilleta, o te dejan pasar, o te ayudan a cruzar en un tiempo perfecto. Y están los que no registran que no estás sola, que no tenés las mismas posibilidades de movimiento, que los chicos no son robots, que ellos también reaccionan a las cosas. Los que no se dan cuenta que no podés seguir hablando por teléfono si le estás diciendo que el bebito está llorando, que al otro le estás cambiando el pañal y que tenés otro esperando que le traigas el agua que ya te pidió varias veces, y que porsupuesto espera que se la lleves vos personalmente, porque si se la trae otro capaz que se le pasa la sed.

Esta es mi realidad, en esta casa tres niñitos son multitud y yo hago lo mejor que puedo, a veces con una buenísima onda y a veces con onda complicada. Lo que me gusta es pensar que Felixito se las arregló para encontrar la forma de tenerme unos buenos ratos toda para él, que se lo vé cada vez más satisfecho, contento y observando todo con interés y actitud relajada. Que con cada mamaderita que le doy después de la teta, curo el dolor que me dá recordar esos llantos y esas caritas de desesperación que tuvo los días en los que empezó a sentir hambre y yo no me daba cuenta.

Thursday, May 08, 2008

no hay mal

NO HAY MAL QUE POR BIEN NO VENGA

lo decía mi adorada abuela Ñata, y estos días lo estoy sintiendo asi,

a ella no le gustaba Serrat, a mi me encantaba,

ella decía que él estaba siempre triste cantándole al perro que se murió y que veía todo gris,

yo flasheaba con sus versos melancólicos que acompañaban mi melancólica adolescencia,

estos días resuena en mi ese tema suyo "VIVIR PARA VIVIR, SOLO VALE LA PENA VIVIR PARA VIVIR"

Monday, May 05, 2008

golpe al narcisismo

Hoy fuimos con Félix al pediatra y escena temida: "no aumentó bien", o sea aumentó demasiado poquísimo desde que nació a hoy, un mes y diez días después, o sea hay que darle "complemento", hay que sumarle a la teta una lechita maternizada, o sea un bajón. Y sí, me lo veía venir. Desde que cumplió un mes la cosa se puso fatal, el nenito más que fastidioso, qué le pasa, qué le pasa, ¡¿qué carajo le pasa?!, bueno parece que tiene hambre.

¿Por qué?, ¿si yo a los otros dos les dí teta exclusivamente hasta los 6 meses y aumentaban y dormían y estaban divinos y todo bien?, ¿a mi, madre experimentada, me pasa esto?, sí, a mi.

Y bueno... a romper con el ideal, todo no se puede, la verdad es que no, y este es otro momento y este hijo trae otras cosas. Vino de otra manera, tiene otras necesidades y ya desde tan chiquitito me está trayendo nuevas experiencias, distintos desafíos.

Es un golpe al narcisismo, se me cayeron unas lágrimas frente al pediatra, aunque en realidad las lágrimas grosas cargadas de angustia me asaltaron la otra noche, cuando ya no sabía qué hacer con el bebito que no paraba de llorar frente a la teta.
Al otro día fui a Fundalam (espectacular el lugar, las mujeres que te atienden, la propuesta, el estilo) altamente recomendable. Lo cierto es que en la consulta pediátrica la realidad se me impuso. Una vez más estuvo muy bien el Dr. Diego Faingold, comprensivo y respetuoso me propuso pensar, procesar y tomar mis propias decisiones.

Mi decisión fue inmediata y sin mucho rollo de por medio, corrí a Farmacity, le compré unas mamaderas Babelito color rosa, en el apuro no encontraba unas celestes y bueno... qué importa si el rosa es lindo, unos cartoncitos de leche maternizada Vital 1 de Bagó, llegué a casa y sin sacarme al bebito de la wawi, herví las mamamaderas, le hice la lechita...

Ya van dos tomas complementadas y soy feliz, él volvió a sonreír, hacía como 10 días que no se le relajaba la carita casi en ningún momento. Cuando nació arrancamos bien, venía aumentando bien, pero se vé que algo pasó alrededor del mes. Sé que cambian los componentes de la leche, sé que yo no estoy del todo descansada y demás...

Tomó las tetas, tomó la mamaderita, hizó caca, vomitó un poquito, se relajó, miró todo a su alrededor con carita de satisfecho y se durmió tranquilo y feliz. Feliz él y feliz yo. Y sí, mi tercer hijo necesita complemento, solo con mi teta no le alcanza, y no tendré esa sensación hermosa de que crece todo de mi, que sí tuve con los otros dos.

Hablando con Graciela ella me recordaba ese texto que se llama "Mi hijo como maestro", y es tal cual, está bueno preguntarse cada tanto ¿qué nos vienen a enseñar estos chiquitines?, cada uno trae una enseñanza nueva y diferente, espero estar a la altura de las circunstancias.

El otro día, pensando sobre un texto que me pasaron, para hacer una nota sobre la influencia de las madres en el legado emocional de los niños, me surgió la pregunta ¿qué es una madre?.

Sentí que una madre es una dadora permanente de amor, es una presentadora del mundo, es una mostradora de vicisitudes y de estilos para sobrellevarlas, es una inversora de vida propia en pos de sus criaturas. Es una mujer que crece, aprende, se supera, se expande y expande su amor en este mundo si puede entregarse a la crianza de sus hijos con integridad y fluidez existencial.