Tuesday, September 13, 2011

épocas

época de siembra, de ir desparramando semillitas en distintos suelos, sin saber muy bien por dónde avanzará la vida, ni por dónde sigue la evolución,


año de cambios de esos que marcan antes y después,


cambios concretos, significativos, jugados, fuertes,


algunos que decido yo y otros que me deciden a mi,


época de síntesis, de entender muchas cosas, un entender íntegro, corporeo, tan real, tan sentido que a veces me da miedo de tanto,


mucha superación de tiempos de juventud, con los correspondientes duelos que conlleva el dejar atrás de verdad ciertas formas, relaciones, creencias, ilusiones,


duelos que arrastran otros duelos, duelos viejos que reaparecen y miran de frente y ay!! hay que vérselas con ellos si la intención es seguir siguiendo con integridad,


duelos que pesan y piden sus tiempos y sus procesos (siempre más lentos de lo que quisiéramos)


que aunque no nos guste hay que dárselos para que sean de verdad y no se queden en un intento fallido ridículo, por ahorrarse qué? días de mucha sombra?, de demasiada incomodidad? tiempos de sentirse perdida, inadecuada, sin saber para dónde mirar?


épocas de consecuencias de elecciones que fueron tomadas sin saber cuáles serían sus consecuencias porque de ellas solo tenemos noticias después,


y sin dudar ni por un segundo de lo elegido, simplemente dándole lugar a lo que se siente cuando ya se está en otro momento, con otras perspectivas, las de los años que pasaron y nos encuentran acá, siendo quienes elegimos ser, y no los que ya no seremos,


y haciéndonos cargo de nosotros mismos,


uy se puso raro y denso el tema, no sé si quería llegar hasta acá...


me voy a dormir, chau

Monday, September 12, 2011

"Lo que pensamos varía nuestra biología" B. Lipton

Buenísima nota!, gracias Martín!

Bruce Lipton, doctor en Medicina, investigador en biología celular

"Lo que pensamos varía nuestra biología"

Podemos cambiar

No se trata de un gurú de las pseudociencias, Lipton impartió clases de Biología Celular en la facultad de Medicina de la Universidad de Wisconsin y más tarde llevó a cabo estudios pioneros de epigenética en la facultad de Medicina de la Universidad de Stanford que lo llevaron al convencimiento de que nuestro cuerpo puede cambiar si reeducamos nuestras creencias y percepciones limitadoras. El problema siempre es el cómo: cómo cambiar la información del subconsciente. En su libro La biología de la creencia (Palmyra) recomienda métodos como el PSYCH-K. Y en La biología de la transformación (La esfera de los libros) explica la posibilidad de una evolución espontánea de nuestra especie.
Me enseñaron que los genes controlan la vida, que en ellos se inscriben todas nuestras capacidades y características, pero es falso.

¿Del todo?

No somos víctimas de nuestra genética, en realidad es el ADN el que está controlado por el medio externo celular.

¿Qué significa eso?

La célula es la vida. Hablar de una célula es como hablar de una persona. Nosotros recibimos la información a través de los cinco sentidos y las células reciben las señales del entorno a través de los receptores que captan la información. El ADN es controlado por señales que vienen desde fuera de la célula, incluyendo mensajes energéticos de nuestros propios pensamientos, tanto los positivos como los negativos.

¿Somos lo que vivimos y pensamos?

Sí, y cambiar nuestra manera de vivir y de percibir el mundo es cambiar nuestra biología. Los estudios que empecé hace cuarenta años demuestran que las células cambian en función del entorno, es lo que llamamos epigenética. Epi significa por encima de la genética, más allá de ella.

¿Y?

Según el entorno y como tú respondes al mundo, un gen puede crear 30.000 diferentes variaciones. Menos del 10% del cáncer es heredado, es el estilo de vida lo que determina la genética.

¿Es el entorno el que nos define?

Aprendemos a vernos como nos ven, a valorarnos como nos valoran. Lo que escuchamos y vivimos nos forma. No vemos el mundo como es, vemos el mundo como somos. Somos víctimas de nuestras creencias, pero podemos cambiarlas.

Pero las creencias están inscritas en lo más profundo de nuestro subconsciente.
Cierto. El subconsciente es un procesador de información un millón de veces más rápido que la mente consciente y utiliza entre el 95% y el 99% del tiempo la información ya almacenada desde nuestra niñez como un referente. Por eso cuando decidimos algo conscientemente como, por ejemplo, ganar más dinero, si nuestro subconsciente contiene información de que es muy difícil ganarse la vida, no lo conseguiremos.


¿Entonces?

Si cambiamos las percepciones que tenemos en el subconsciente, cambiará nuestra realidad, y lo he comprobado a través de numerosos experimentos. Al reprogramar las creencias y percepciones que tenemos de cómo es la felicidad, la paz, la abundancia, podemos conquistarlas.

Me suena a fórmula feliz...

Así es como funciona el efecto placebo. Si pienso que una pastilla me puede sanar, me la tomo y me encuentro mejor. ¿Qué me ha sanado?...

¿La creencia?

Eso parece. Al igual que los pensamientos positivos y el efecto placebo afectan a nuestra biología, existe el efecto nocebo: si crees que algo te hará daño, acabará por hacerte daño. Henry Ford decía que tanto si crees que puedes como si crees que no puedes, tienen razón. Si eliges vivir un mundo lleno de amor, tu salud mejorará.

¿Y eso por qué?

La química que provoca la alegría y el amor hace que nuestras células crezcan, y la química que provoca el miedo hace que las células mueran. Los pensamientos positivos son un imperativo biológico para una vida feliz y saludable. Existen dos mecanismos de supervivencia: el crecimiento y la protección, y ambos no pueden operar
al mismo tiempo.

O creces o te proteges.
Los procesos de crecimiento requieren un intercambio libre de información con el medio, la protección requiere el cierre completo del sistema. Una respuesta de protección mantenida inhibe la producción de energía necesaria para la vida.

¿Qué significa prosperar?

Para prosperar necesitamos buscar de forma activa la alegría y el amor, y llenar nuestra vida de estímulos que desencadenen procesos de crecimiento. Las hormonas del estrés coordinan la función de los órganos corporales e inhiben los procesos de crecimiento, suprimen por completo la actuación del sistema inmunológico.

¿La culpa de todo la tienen los padres?

Las percepciones que formamos durante los primeros seis años, cuando el cerebro recibe la máxima información en un mínimo tiempo para entender el entorno, nos afectan el resto de la vida.

Y las creencias inconscientes pasan de padres a hijos.
Así es, los comportamientos, creencias y actitudes que observamos en nuestros padres se graban en nuestro cerebro y controlan nuestra biología el resto de la vida, a menos que aprendamos a volver a programarla.

¿Cómo detectar creencias negativas?

La vida es un reflejo de la mente subconsciente, lo que nos funciona bien en la vida son esas cosas que el subconsciente te permite que funcionen, lo que requiere mucho esfuerzo son esas cosas que tu subconsciente no apoya.

¿Debo doblegar a mi subconsciente?

Es una batalla perdida, pero nada se soluciona hasta que uno no se esfuerza por cambiar. Deshágase de los miedos infundados y procure no inculcar creencias limitadoras en el subconsciente de sus hijos.

Wednesday, September 07, 2011

trascender la muerte

La muerte cercana siempre impacta fuerte, incluso siendo que quien muera sea una persona mayor, y que esa es la ley de la vida.
Se siente más fuerte, se priorizan las prioridades, se valora el ser y estar aquí y ahora.

Desde chica me impactó el valor de la intensidad y me sigue impactando. Adoro los momentos intensos incluso los muy dolorosos. Algunos pensarán que estoy loca. Es algo que trabajé en mi análisis largo y profundo. Esa suba de sensaciones fuertes me genera algo de conexión con una frecuencia que en la cotidiana no tenemos. Pura expansión de la conciencia.


Le pudimos dar con Raquel (mi analista por esos tiempos de juventud desbordada de sinsentidos) un valor positivo.

Entendí y sentí que la tristeza no es negativa, es triste. Que sentir dolor no es una mierda, es doloroso. Y que esas sensaciones feas?, difíciles? son tan parte de la vida como las otras, y que no quererlas no está bueno. No quererlas debilita porque te saca del mundo. El mundo es complejo y tiene de todo. La vida es un mundo de sensaciones. Aceptar su complejidad es parte fundamental para poder celebrar la existencia.

Murió mi suegro, León, asi como su nombre lo indica, y no voy acá a extenderme sobre él, no hace falta. Sólo decir que el amor que como padre supo prodigar fue fuerte y real, y que les creo a los que me cuentan que cuando mi marido era chiquito su papá fue como un padre-madre, esos padres amorosos, padres maternales que ahora se ven más, pero que en su época debe haber sido llamativo en sus cuidados. Y les creo porque veo la herencia de esa amorosidad en mi marido padre maternal, amoroso y cuidadoso de sus hijos que son los mios.


A León le agradezco sobretodo ese legado, para mi gusto su mejor obra: Alejandro.