Sé muy bien que no es fácil mantener siempre la calma, ser todo lo paciente y tolerante que uno quisiera a la hora de vérselas con los berrinches y desafíos de nuestros hijos, pero no paro de pensar y trabajar para que los chicos de nuestra generación crezcan sintiéndose más respetados como personas que son desde el primer momento.
Es una tarea de madres y padres aprender a tratar mejor a los chicos, justamente en los momentos más difíciles.
Tampoco me gusta ver cuando se los ignora o se relativizan sus quejas y problemas acomodándose en la idea de que "son cosas de chicos". Con más razón, porque son chicos hay que atenderlos, porque son los grandes del futuro, porque son los que van a poder construir un mundo mejor si crecen rodeados de amor y confianza.
Criar a nuestros hijos en un clima afectivamente seguro y contenedor es una buena forma de enriquecer la vida.
Totalmente de acuerdo!
ReplyDeleteOjalá mi mamá hubiera pensado como vos. Ahora, más grande, ya no me genera odio, la entiendo, porque sé que a ella la trataron peor que a mi. Nada justifica nada, pero esas madres que tironean del pelo o amenazan a los hijos por la calle, también necesitan ayuda. Todos tenemos que llamarnos a la reflexión...
ReplyDeletemuy bueno Xime !!
ReplyDeleteCésar