O mejor dicho: eso intento ser yo.
Hacer psicoterapia es practicar el arte del encuentro.
Terapeutas artesanos del encuentro logran suavizar los climas emocionales rígidos y atascados, y posibilitan así que mucha gente experimente nuevas y mejores formas de transitar la vida.
Los encuentros humanos son mágicos momentos del mundo de las sensaciones. Nos gustamos, nos enojamos, nos amigamos, nos peleamos, nos entendemos y nos volvemos a encontrar.
Qué linda es la sensación de ganas de encontrarse con alguien. Me imagino lucecitas de colores yendo y viniendo de uno a otro transportando magia, entusiasmo y emoción. Llevando y trayendo ganas, promesas, ilusión, aportes, gracias, realismo, idas y vueltas del armado de la red que nos conecta a todas y todos con todos y todas.
Buenos y malos, lindos y feos, tristes y alegres, tensos y relajados, siempre enriquecedores los encuentros dan forma a la vida.
Una de las mejores cosa que me pasó en la vida, me ocurrió este domingo último: me levanté deseando tener un asado con amigos (yo había hecho uno el otro domingo) vuelvo de comprar el diario y había un mensaje en el contestador de un amigo que me avisaba que iba a hacer un asado en su casa. La felicidad que me embargó fue suprema, los encuentros cada día me fascinan más.
ReplyDeleteGenial esa idea sobre lo que te proponés favorecer como terapeuta! Y afirmar todos los encuentros como impulsores de crecimiento... Conecto tanto que no sé ni qué agregar!
ReplyDeleteSaludos!
Hay una frase de Da Vinci que dice que no hay júbilo más grande que el de comprender. Es un júbilo comprender las cosas y entenderse con otros, encontrarse y conectarse es seguro un placer también. Saludos
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