Personalmente siento que cada encuentro psicoterapéutico es una aventura a la que trato de prestarme lo más despojada posible en todos los sentidos.
Nunca se de antemano qué va a suceder en una sesión asi que mi expectativa está abierta a recibir lo que surja en ese momento particular, en ese encuentro y de ese encuentro.
Pongo la intención en vivir cada sesión a fondo, a veces sale más y a veces menos, obvio, pero es con actitud de entrega al devenir, a darle cabida a lo que salga que lo hago. Me sirve, me trae buenos procesos.
Algo de esto que siento ya lo comenté otras veces y hoy lo retomo porque sigo leyendo a Yalom y me sigo sintiendo en absoluta sintonía con su estilo.
Como en todas las cosas en la medida que pasan los años y se hace acopio de experiencia los textos se releen y las ideas se reubican y resuenan con mayores y nuevas densidades.
Cito al maestro:
"Cuando fijo mi mirada en los hechos existenciales de la vida, no percibo un límite preciso entre los pacientes, que son quienes sufren, y yo, que los curo. En el proceso de la terapia, soy el guía, experto, pero no infalible, de mi paciente.
Se trata de un viaje que hice muchas veces, durante mis exploraciones de mí mismo y también al guiar a otros.
Al trabajar con mis pacientes, lo que busco ante todo es conectarme. Para lograrlo, actúo de buena fe: nada de uniformes ni disfraces, nada de exhibir diplomas, títulos profesionales ni premios, nada de fingir saber lo que no sé, nada de negar que los dilemas existenciales también me afligen, nada de negarme a responder preguntas, nada de esconderme detrás de mi papel. Y, finalmente, nada de ocultar que también yo soy humano y vulnerable"
de Irvin Yalom, "Mirar al sol"
¡¡Qué hermoso!!
ReplyDeleteOjalá algún día yo haga algo que se parezca un chiquitín -me suena hasta atrevido, ja!-, a lo que cuenta Yalom!!!
Me emocionó!
¡¡Qué hermoso!!
ReplyDeleteOjalá algún día yo haga algo que se parezca un chiquitín -me suena hasta atrevido, ja!-, a lo que cuenta Yalom!!!
Me emocionó!