días inciertos

Semana de esas que se vienen bien complicadas ya desde el principio, ya desde el día antes de comenzar. De esas semanas en las que ni bien se lanzan hay que empezarlas cancelando cosas porque surgen otras y hay prioridades que atender y el corazón lo pide y es asi. Además de haber planificado más de lo posible, si yo sabía pero bueno... me equivoqué. Y lo demás sigue funcionando bien porque cuando las bases son sólidas las cosas andan fundamentalmente bien y lo demás es la vida misma y sus inesperables circunstancias. Y más vale tomarlo con onda porque sino se hace peor, algo que llevado con dignidad puede nos ser tan grave. De dificultades está hecha la vida, ¿qué te pensaste? y ¿sino qué?. Ver cómo hacer, para dónde ir, hay que elegir.

Me escapo al gimnasio entusiasmadísima, creo que más por la horita de lectura que me mando sobre la cinta, que por otra cosa. De repente descubrí que esto de caminata autísitca y lectura concentrada me renueva, me reconforta, me hace bien, me dá aire y lo disfruto, sí, ¿quién iba a decir?. A mi que el gimnasio me parece un embole máximo en todos sus sentidos. Nunca digas nunca. Y este gim que me conseguí bastante cerca de casa hasta tiene wi fi, y acá estoy escribiendo esto.

Andi dibuja y dibuja y crea historias en sus dibujos y dibuja personajes que es él mismo disfrazado de personaje y la pasa tan bien dibujando que me alucina, me hace bien, me conmueve.

Brunito está con un nivel de afirmación de la personalidad que por momentos me estremece, hoy a la mañana amaneció en la cama al lado mio y me dijo: "andate de la cama loca, andate al living mami, mami en el living no hay cama, vení que te muestro".

Felixcito está con un virus muy feo que lo tiene mal, con bastante fiebre, molestito, ojos caídos y teniendo que ir a control pediátrico todos los días. Puede durar una semana. Me pone triste.

Estoy leyendo un libro fenomenal "Las diosas de cada mujer" de Jean Shinoda Bolen. Ya les contaré con más tiempo.