Wednesday, September 12, 2007

¿Por qué lloran los bebes?

Es el título de un capítulo del libro "Conozca a su niño" de Donald Winnicott, otro de mis admirados, pediatra, psicoterapeuta, hombre sensible y gustador de los Beatles ¡qué tal!.

Asi como me gusta pensar en el niño que todos llevamos dentro, esa parte infantil, pequeñín indefenso en algunos casos, más o menos asustado, más o menos feliz, con la que todos convivimos, se me ocurrió que está bueno conectar con el bebé que todos fuimos, por ende somos, porque lo que fue está en nuestra construcción de la experiencia de vivir.

(Uf, qué oración larga que me salió, no importa sigo)

Winnicott describe cuatro clases de llanto: por satisfacción, por dolor, por rabia, por aflicción.

Dice:

“Lo que quiero decir es, simplemente, que el llanto da al bebé la sensación de que está ejercitando sus pulmones (satisfacción), o bien constituye una señal de peligro (dolor), una expresión de cólera (rabia), o una canción triste (aflicción).

Quizá le resulte extraño que me refiera en primer lugar al llanto que corresponde a la satisfacción, casi al placer, a pesar de que es común pensar que si un bebé llora, está en alguna medida angustiado. Sin embargo, considero que debe mencionárselo en primer término. Debemos reconocer que el placer interviene en el llanto tanto como en el ejercicio de cualquier función corporal, y entonces es natural que cierta medida de llanto resulte a veces satisfactoria para el niño, mientras que una cantidad menor no habría bastado.

…si tuviera que elegir entre ambos extremos, me inclinaría por el bebé llorón, que ha llegado a conocer la plena medida de su capacidad para hacer ruido, siempre y cuando no se haya permitido con demasiada frecuencia que el llanto se convierta en desesperación.

La importancia de que reconozcamos el valor del llanto radica en que ello nos permite comprender cómo el llanto puede constituir un medio para recuperar la confianza en momentos difíciles”



El capítulo sigue con la descripción de los otros tipos de llanto y está genial.

Esta mirada de Winnicott sobre el llanto que causa satisfacción me parece superior. Me sirve para sentir que habilitar la libre expresión del llanto es enseñar a manifestar lo que se siente y que eso está bueno y no hace mal a nadie. A veces los adultos nos angustiamos tanto con el llanto de los niños que sin querer se lo reprimimos. No es un buen mensaje, la tranqulización ficticia: "ya pasó, no llores más", ¿por qué?, si llorar hace bien cuando es necesario y poder no asustarse por el llanto es super curativo.

Está comprobado que el llanto de los niños es de los sonidos que más estres generan en los lugares públicos. Es muy interesante observar las reacciones de la gente cuando hay bebitos o niños llorando en el ambiente, se ven todo tipo de mecanismos de defensa en acción, sobretodo y a pleno los de padres y madres responsables del pequeño que se manifiesta libremente.

Bueno hoy estoy de oraciones largas, será porque tengo hambre.

Todas las últimas noches sueño que como unos postres alucinantes, anoche la variedad eran unas especies de panes de chocolate rellenos con distintos tipos de salsas de chocolates, increíbles, y eso que había comido un postre exquisito en la cena con Raul y Alejandra. Bueno será mi bebe interior la que pide tanto dulce.


Este libro de Winnicott está genial, lo voy a volver a traer al blog porque tiene ideas buenísimas.

1 comment: