Tuesday, September 25, 2007

Hormonas Femeninas, amigas mías

Más vale amigarse con las hormonas y no pedirles lo que no pueden. Parece que las hormonas femeninas son asi y no hay mucha vuelta, solo nos queda aceptarlo, y tratar de adecuarse. Aunque parezca una contradicción. ¿Adecuarse a algo tan inconstante, tan imprevisible?.
Bueno será cuestión de bancarse las consecuencias, no enrollarse demasiado y adorar la condición femenina, tan femenina que a veces arrasa con todo.


En el libro "El Cerebro Femenino" de Louann Brizendine, recomendado por María, lectora de este blog, encontré unos datos muy claves al respecto:


"Las hormonas pueden determinar qué le interesa hacer al cerebro. Ayudan a guiar las conductas alimenticias, sociales, sexuales y agresivas. Pueden influir en el gusto por la conversación, el flirteo, las fiestas (como anfitrión o invitado), la programación de citas de juegos infantiles, el envío de notas de agradecimientos, las caricias, la preocupación por no herir sentimientos ajenos, la competición, la masturbación y la iniciación sexual."


Sitúa los Principales Cambios Hormonales en la vida de las mujeres en 10 etapas:


Fetal - Niñez - Pubertad - Madurez sexual, mujer soltera - Embarazo - Lactancia - Crianza - Perimenopausia - Menopausia - Posmenopausia.


Y describe cada una, diferenciando lo que las mujeres tienen y los hombres no, los cambios cerebrales específicos de la mujer, y los cambios de la realidad.


Cito algunas:


Madurez sexual, mujer soltera: El estrógeno, la progesterona y la testosterona cambian cada día del mes. Más concentración en las relaciones, en encontrar un compañero para toda la vida y en escoger una carrera o trabajo compatible con los intereses de la familia.


Embarazo: Enorme incremento de la progesterona, estrógeno. Más concentración en el hogar, en cómo será abastecida la familia; menos en la carrera y la competencia. Las hormonas procedentes del feto y la placenta se apoderan del cerebro y del cuerpo. Interés predominante por el propio bienestar físico, por enfrentarse a la fatiga, la náusea y el hambre, y por no dañar al feto.


Lactancia: Oxitocina, prolactina. Concentración exclusiva en el bebé. Concentración principal para enfrentarse a la fatiga, producción de leche, que se realiza durante las 24 horas.


Crianza: Oxitocina, progesterona, testosterona y estrógeno cíclicos. Menos interés en el sexo, más preocupación por los niños. Aumento de la función de los circuitos del estrés, la preocupación y los lazos emocionales. Principal interés en el bienestar, desarrollo, educación y seguridad de los niños; adapatación al aumento de estrés y de trabajo.


Digo yo: ¿¡Y cuando por ejemplo se juntan: embarzo, crianza y madurez sexual!?, ¡qué kilombo!


Dice Louann (qué lindo nombre):


"Lo que hemos encontrado es que el cerebro femenino está tan profundamente afectado por las hormonas que puede decirse que la influencia de éstas crea una realidad femenina. Pueden conformar los valores y deseos de una mujer, decirle día a día lo que es importante. Su presencia se siente en cualquier etapa de la vida, desde el mismo nacimiento. Cada estado hormonal - años de infancia, de adolescencia, de citas amorosas, de maternidad, de menopausia - actúa como fertilizante de diferentes conexiones neurológicas, responsables de nuevos pensamientos, emociones e intereses. A causa de las fluctuaciones que comienzan nada menos que a los tres meses y duran hasta después de la menopausia, la realidad neurológica de una mujer no es tan constante como la de un hombre. La de él es como una montaña que van gastando imperceptiblemente en milenios los glaciares, el tiempo y los profundos movimientos tectónicos de la tierra. La de ella es más bien como el clima, constantemente cambiante y difícil de predecir."


Y Sí, es asi, somos mujeres y llevamos en nosotras esa parte de la naturaleza misma.


Bueno, el libro es interesantísimo, publicado por la Editorial amiga: Del Nuevo Extremo, está bien escrito y tiene datos buenísimos.


Quiero transcibir (y con esto termino) una parte en la que el relato me conmovió y me colmó de amor femenino:


"Una de mis pacientes regaló a su hija de tres años y medio muchos juguetes unisex, entre ellos un vistoso coche rojo de bomberos en vez de una muñeca. La madre irrumpió en la habitación de su hija una tarde y la encontró acunando al vehículo en una manta de niño, meciéndolo y diciendo: "No te preocupes, camioncito, todo irá bien".

Esto no es producto de la socialización. Aquella niña pequeña no acunaba a su "camioncito" porque su entorno hubiera moldeado así su cerebro unisex. No existe un cerebro unisex. La niña nació con un cerebro femenino, que llegó completo con sus propios impulsos."

1 comment:

  1. Anonymous9:17 AM

    Qué bueno que lo hayas disfrutado!
    A mí me apasionó. Me gustó por la información, y además porque está escrito con el alma.
    Buenísimo el post! Ese párrafo que transcribiste sobre las diferencias neurológicas entre hombres u mujeres (la montaña vs el clima) lo tengo subrayado y resaltado!!! Es tan genial!!
    Un besito!

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