¡Qué buen recurso es la escritura para encontrarse con uno mismo!
Para entender, para elaborar, para descargarse, para sentir, para crear, para imaginar, para desear, para pensar, para fluir, para desahogarse, para comunicar, para compartir, para huir, para encerrarse, para perderse y reencontrarse, para tranquilizarse... ¡¡impresionante!!
Hoy me gustaría ser la mujer maravilla, poder mucho más de lo que puedo, pero no, ni consigo el disfraz.
Y bueno, TODO NO SE PUEDE.
Me viene la voz de mi terapeuta diciéndome "sabés que garrón que es para los hijos tener a la madre perfecta", ¡¡Gracias Carlos!!
Uy, esa frase de Carlos hay que patentarla!! Qué bien hace y qué absolutamente cierta!! Me la voy a repetir a cada rato. No porque concientemente tenga el objetivo de ser la madre perfecta, sino porque a veces la autoexigencia me invade y lucho por echarla de la mente.
ReplyDeletebesitos!
María no sabes cómo y cuánto te entiendo. Un beso
ReplyDeleteQué estimulantes tus palabras Ximena, estoy de acuerdo con vos, escribir es salud.
ReplyDeleteSaludos
La autoexigencia nos persigue a todos de uno u otro modo, lo bueno de reflexionar sobre eso es uno puede tener más control no?
ReplyDeleteLa mujer maravilla no existe pero de vez en cuando dejar espacio para jugar y sentirse un ratito como tal, no le hace mal a nadie y puede resultar divertido.
Besitos
Santiago:"escribir es salud", está buenísimo, me encantó.
ReplyDeleteTilvy: tal cual, nunca hay que dejar de jugar.