Es tal cual, me sirve mucho más no planear demasiado mi día, dentro de lo posible y prestarme al juego, ver cómo viene la cosa, estar perceptiva a las necesidades de ellos que no son siempre las mismas. Por ejemplo: veo claro que hay días en los que requieren más mi presencia, si esos días tengo hechos muchos planes me siento mal, me voy con sensación de que me tendría que haber quedado, o si me quedo me da bronca porque no hice lo que me había propuesto. También me pasa que hay tardes que me las dejo especialmente libres para dedicarselas a pleno y derrepente están de lo más entretenidos jugando a algo en la suya, y yo ahí pensando hoy podría haber hecho, ido, leido...
Me sirve mucho más poder acomodarme a lo que va viniendo, aprovechar los momentos, no ponerme muy exigente con los cumplimientos, dejar caer algunas cosas, tardar más o menos de lo que tenía pensado, inventar un plan que no estaba dentro de lo previsto y todo así.
Bueno es todo un tema, la rutina para ellos es fundamental, pero es tan importante y necesaria la rutina y la continuidad, como saber flexibilizar dentro de lo posible cuando hace falta.
El otro día se armó un juego inesperadamente, estábamos los cuatro en el living de casa pasándola muy bien y mi hijo más grande nos dijo a su papá y a mi:"ustedes dos son re divertidos, estoy muy contentos de que sean mis papás"
nos morimos de amor y yo sentí que tanto tenía sentido y que gracias a la vida.
Una vez más, no digo que sea fácil, todos tenemos cosas fijas que hacer, trabajos con los que cumplir, citas, ocupaciones y demás. Pero dentro de lo posible está bueno tener margen para las flexibilidades que los niños requieren.
Y para la vida misma también sirve parecerse a un chicle, se hace todo más dinámico.
Es un justo equilibrio el que planteás. Yo también acostumbro a preveer las actividades o los tiempos. Porque sino la ansiedad del niño: y ahora que hacemos? me mata. Y dejo algo librado al azar. Pero en todo trato de usar la creatividad, para entretenerlos, para viajar en auto, para que incorporen hàbitos, lo que sea. Pasa, que muchas veces, esta caja de Pandora anda cansada y ellos son inagotatles!!! jajaja, entonces me tiro en la cama o sillòn y jugamos al salòn de belleza y que me masajeen! Lo demás, lo dejo fluir, pautas bàsicas, horarios y como vos decís, rutina, pero dejo que surja algo también. Sabés por ahí que cosa nos sirve mucho como familia? Bajar y ponernos en el lugar del otro, del niño que no me ve por màs de 7 horas y lo que màs desea es que llegue a casa, llego, y si tiene mi atención, ya está. Otra cosa que he logrado es bajar el nivel de mis espectativas, o sea, las tengo, pero que no sean ficcionales. Como pretender ir al club y estar pupo arriba. Con dos niños pequeños? No se puede y bueno, no lo espero. Voy y dejo que el desarrollo me sorprenda. Vamos viendo, como decís...
ReplyDelete¡Muy bueno lo del salón de belleza Ross!. Y tal cual lo de la atención, parece que es lo que más necesitan, ponerse en el lugar de ellos a mi también me sirve un montón. Gracias por tu aporte
ReplyDeleteRosana: jugar al salón de belleza, linda idea, ¿son nenas, supongo? Me encantó el post, ¿puedo decirlo, aunque vivamos juntos? Un beso,
ReplyDeleteLindi, los hijos de Ross son una nena y un nene, con unas caritas muy luminosas, se los ve en la foto de su blog, y ella una mamá con mucha onda.
ReplyDeleteMe encanta que te encanten mis posts.