"Guía (inútil) para madres primerizas"

Es un libro que en principio no lo consideré porque me resultó de un tono cancherísimo, medio sórdido, como imprimiéndole una mirada muy desamorada a todo el asunto del nacimiento, la lactancia, los bebitos y demás.

Pero un día lo volví a ver en una librería y leí algunas partes que me parecieron muy graciosas y me quedé con ganas de seguir. Los días anteriores al nacimiento de Félix la editorial mandó el libro a casa. Esos días en los que ya no podía dormir de tanta expectativa, la panza gigante, las ganas de hacer pis seguidísimo, etc., asi que en dos largas noches me lo leí de un tirón.

Es un libro con algunos criterios que comparto, que me resultaron piolas, y con muchas partes muy graciosas. Aunque no me guste del todo su tono y piense que tiene cosas planteadas a la antigua, creo que puede estar bueno leerlo.

Las autoras son Ingrid Beck y Paula Rodriguez.

Le agradezco a Shona que en estos días me lo nombró, y asi es que hoy copio en mi blog algunos momentos del libro en los que me reí mucho:

"Los bebes tienen hipo, estornudan, roncan y otras costumbres abominables. Es chiquito, sí, pero cuando hace ruidos parece un chabón que se acaba de engullir una grande de muzzarella con un litro de cerveza. La criaturita indefensa estornuda como un adulto con gripe aguda, hipa como si se le fueran a salir los ojos de las órbitas y ronca como un señor de 100 kilos con problemas respiratorios. Los ronquidos, por ejemplo, echan por tierra fácilmente la fantasía de "qué lindo que es dormir con mi bebé" y la mentira marketinera de que "los bebes duermen como angelitos". La cantidad de ruidos de alto volumen que puede expeler esa criaturita con aspecto inocente puede despertar al de sueño más pesado."

"Después de "quiere teta", la segunda explicación más usada frente a un niño que está llorando es "estás nerviosa". Y, al igual que la anterior, más que una colaboración desinteresada suena a "el problemita es tuyo". "Estás nerviosa" significa que lo que le pasa al niño se debe pura y exclusivamente a que vos estás con los pelos de punta. Es una de las frases más ofensivas a las que una se tiene que acostumbrar durante la maternidad. Y la dirán desde tus seres queridos, que no entienden por qué estás tan nerviosa cuando no sólo estás en el momento más feliz de tu vida sino que además no tenés otra cosa que hacer en todo el día que estar al pedo con el chico; ...

Que "estás nerviosa" es una explicación práctica para todos los males de este mundo. Y sí, que estés nerviosa es una posibilidad. Inclusive puede ser una obviedad: con cuatro puntos donde más duelen - en el mejor de los casos -, apenas unas horitas de sueño en semanas, un quilombo hormonal importante, una vida dada vuelta de un día par el otro y un recién nacido que llora desde hace 83 minutos, ¿"estar nerviosa" no es una actitud saludable?..."

"Pasarse el tiempo tratando de entretener a un niño a veces es deprimente. Llega un momento en el que pagarías por hablar con alguien con un vocabulario un poco más amplio. Un día entero con el bebé es algo que deseás mucho de lunes a viernes, cuando terminó tu licencia por maternidad, tuviste que volver al trabajo y lo extrañás. Pero llega el sábado y a las diez de la mañana ya agotaste el repertorio de juegos y paseos en cochecito por el barrio. Y te faltan todavía unas diez horas. Y si llueve, o es Semana Santa y no tenés a quién llamar, la situación es desesperante.

Hay formas de escapar. Una es buscarse una amiga sin hijos. Las amigas con hijos son para más adelante, para cuando una los meta a todos juntos en un pelotero. Pero ahora ellas no pueden darte bola, están peleando con los niños porque ya se portan como demonios, o tienen que salir corriendo porque el nene está empezando a hacer pis en el inodoro o habías arreglado algo pero su criatura se agarró una fiebre y te tuviste que quedar en casa, sola y sin plan.

La amiga sin hijos te ceba mate, está interesada en todo, hasta cree que sos una buena madre y está feliz y paciente con vos porque sabe que dentro de un rato ella podrá huir a su buena vida. Mientras tanto, podés charlar con alguien. De algo. "