En la puerta de un jardín de infantes dos mamás charlaban, una le decía a la otra "me desperté dormida, arranqué con las cosas del día, ..." y enumeraba avatares de la vida cotidiana. Me pareció tan buena la frase "me desperté dormida", tan representativa de un estado natural de las madres en tiempos de hijos chiquitos.
El tema del sueño es todo un tema en épocas de crianza. Los chicos son extremadamente vulnerables por su condición y el sueño es de una labilidad extrema.
Creo que es cierto que tienen que aprender a dormir, que no conocen ese hábito y que como todos, deben adquirirlo. Lo cual no me hace estar de acuerdo con métodos tipo "duérmete niño". No me gustan los estilos domesticadores para enseñarles cosas a los chicos.
Si a los grandes se nos altera el sueño por cualquier cosa. Si los adultos lo que mas queremos en general es dormir acompañados, ¿por qué a los chicos no tendría que pasarles lo mismo?.
Siempre me gusta sentir a mis hijos entregándose al sueño al lado mio. También me harta cuando tardan en dormirse y dan mil vueltas. Pero pienso que internamente les deben estar sucediendo tantas cosas. Que para ellos la noche es larga, oscura y los conecta con su soledad, con la autonomía que tienen que ir adquiriendo lentamente. Me sale querer tenerlos cerca, sentir cómo se tranquilizan cuando se saben acompañados. Claro que al otro día yo también me despierto dormida.
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