Creo que los chicos necesitan estar encima, que les hace bien ir a upa, la cercanía les dá seguridad, el sostén los tranquiliza. Son re piolas, les gusta sentirse bien agarraditos. Estoy convencida de que la sensación de ser sostenidos con fuerza los ayuda a confiar más en el mundo que los rodea. Son tan chiquitos aunque tengan más de un año y pesen más de diez kilos. Por eso me gustan las quepinas y todos los sistemas que ayudan a cargarlos.
Muchas veces pienso qué bueno sería que los chicos pudieran agarrarse de sus mamás, papás, abuelos y personas cuidadoras como lo hacen los monitos.
Siento que me encantaría ser mona cuando las veo en los documentales moviéndose con destreza, haciendo de todo y llevando a sus crias encima.
Todos los chiquitos tienden a tirar del pelo de las mamás y de los papás, será su parte monito que les manda ese mensaje. Cuando veo a los bebes intentando sujetarse a nuestros cuerpos como sea, no puedo creer que alguien quiera intentar probar que no venimos de ese mundo animal.
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