Si hay algo evidente es que las mujeres somos líderes por naturaleza, por el hecho mismo de ser mujeres.
Creo que no hay empresa más sutil y amorosa que la conducción de un hogar.
De lo que se trata es de tomar conciencia de esto.
Concientizar nuestro liderazgo natural, conociendo y reconociendo, conectando y descubriendo las capacidades instintivas, innatas y básicas, propias de las mujeres.
Tengo la convicción de que cuanto mayor sea el contacto que logremos tener con nuestra parte más profunda y salvaje, con más integridad y bienestar podremos transitar esta vida actual que nos toca, con todas sus posibilidades y también sus limitaciones.
El gran aporte de las mujeres es pararse firmemente en su ser mujer,
ya que es la marcada diferencia con el hombre la que aporta, complementa y suma.
La pregunta es ¿valoramos nosotras mismas y como corresponde lo que brindamos siendo mujeres a la sociedad y a la construcción del mundo?.
Me refiero concretamente a la dimensión de las sutilezas, de los detalles, del estilo afectivo y emocional que emana de lo femenino,
la fluidez de lo abstracto, de lo que no se ve pero está, y sostiene, y permite que todo lo otro funcione.
Cuando era más chica, la tradicional frase "detrás de todo gran hombre hay una gran mujer" me sonaba muy feminista, con el tiempo y con la experiencia me fui dando cuenta de que es verdad.
Escuchando mujeres, pacientes, amigas, vecinas, conocidas, que a veces dejan de trabajar fuera de la casa porque tienen hijos chicos, o porque alguna crisis familiar lo requiere, o porque lo deciden,
y se sienten mal,
y se sienten culpables (la culpa: gran tema del universo femenino)
por la falta de su aporte material, concreto, económico,
veo cuánto cuesta reconocer el valor de lo que sí aporta la mujer con sus capacidades y habilidades naturales.
¿Cuánto vale el sostén emocional?,
¿cómo se miden los costos de los cuidados del funcionamiento de una casa, el olorcito a hogar, la ropa limpia, el clima acogedor?
Sus funciones no suman en la cuenta bancaria, pero potencian la amorosidad, el ejemplo y la enseñanza de lo que es el trabajo en equipo, los encuentros íntimos, la contención que da confianza...
¿Cómo se cotiza todo lo que una mujer invierte de si misma en esta empresa, eso que permite que el otro pueda salir a trabajar afuera, y los niños a la escuela y demás...?
Concientizar y revalorizar lo que las mujeres sí podemos por el poder de nuestro espíritu femenino,
Conectar con ese mundo interno, profundo, salvaje, del que traemos la fuerza para compaginar todos nuestro roles con armonía,
eso es lo que hace falta.
Algo parecido a esto dije en la presentación de ayer.
Siempre que hablo en público siento que no logro decir todo lo que quisiera.
Pero bueno... será cuestión de experiencia.
El evento fue muy lindo y me sentí re bien.
Gracias Sara.