Es más, por momentos creo que es casi al contrario, estos días siento eso, era más posible mi organización personal teniéndolos en casa.
Se dice por ahí que es hasta que los tres coincidan en la primaria, cosa para la que todavía falta bastante.
Lo cierto es que este año coinciden en muy pocos horarios y actividades. Cada uno está en un ciclo diferente. Y a eso le sumamos cumpleaños, invitaciones de amigos, futbol, taekwondo, plaza...
Estoy asustada. Cómo voy a hacer? No me alcanza la agenda, se me superponen los horarios, hay un par de veces por semana que tendría que estar en dos lugares a la misma vez si quisiera ser yo la que los acompaña.
Ayer en un momento me angustié. Los ratos que me quedan libres son tan acotados, enmarcados por horarios de entradas, salidas, llevadas, traidas, buscadas... qué difícil!
A la vez creo que le iré encontrando la vuelta, como hacen tantas madres. En algunas situaciones estaré más presente, en otras contaré con ayuda... pero en principio me toma una sensación de desborde, de que es demasiado, de qué no me da la cabeza para hacer y re hacer una y mil veces una agenda de actividades que convine lo de todos y además me deje liviana y satisfecha.
Hoy pensé que tendría que tener una agenda que en cada horario tuviera más renglones, o más de una agenda, o una secretaria.
Además me gusta ser mujer, deseo y necesito mis salidas y mis momentos con mi marido, nuestra vida social, nuestros encuentros extra familiares.
No sé... estoy entre anonadada, preocupada, confundida, atraída por el desafío, angustiada por la finitud de nuestra humanidad que tiene que elegir a cada paso que dá, esperanzada.
También me da mucha alegría y me colma de satisfacción verlos creciditos, desplegando sus personalidades de personitas empezando a ser personas de mundo extra hogar... ay me re emociona!!.
La sensación de ciclos cumplidos, de que vamos hacia nuevas aventuras, me entusiasma.
Verlo a Felix salir de su sala con la mochilita colgada diciéndome casi estereotipadamente "estoy muy cansado" para que le dé su chupete y su trapito.
Y a Bruno en sus clases de futbol haciendo acopio de fuerza y autoestima, iluminado por la felicidad de apropiarse de sus posibilidades.
A Andrés plantéandome que no va a ir a natación, que va a elegir taller de música porque este año él con tres amigos están armando una banda!!!!!!!!!!!!!
Y yo queriendo encontrar un par de horas para ir a la pelu a arreglarme los reflejos, descubriendo que desde que cumplí 40 cada vez que me miro la cabeza veo una nueva cana, que por suerte como uso mucha vincha y pañuelo zafa...
además hasta me sorprendí a mi misma sintiendo que no me disgusta tanto el tema de las canas, hasta me divierte un poco, de repente me hacen sentir grande y le encuentro un gustito a la sensación de estar crecida, casi que lo disfruto,
imaginé que me podría hacer la re hippie canosa de pelo largo,
obvio que también por momentos me cuesta asumir el cambio en el cuerpo que traen los años, no estoy ni un poco tan superada y me encantaría bajar los kilos de más que nunca perdí después del embarazo de mi último hijo...
pero en el fondo siento que está bien asi, que por qué hay que ser a los 40 y después de haber tenido tres hijos, como cuando era a los 30 sin saber lo que era un embarazo o la voracidad de los puerperios y las lactancias?.
Esta noche que estoy sola en casa con los chicos ya dormidos, él de viaje de trabajo, y adoro esta sensación de la noche para mi... siento fuerte qué lindo que es poder disfrutar este estar conmigo...
pero desde ya que no se me pasa ni por un segundo que este rato tan gratificante está auspiciado por la riqueza de tenerlos en mi y más allá de todo, para siempre.