...difíciles, nerviosos, movilizados, ocupados, retomando rutinas, incorporando nuevas, adaptaciones al jardín, a personas que ayudan en la casa, reacomodando horarios, reconociendo espacios......panza de mamá gigante que limita mucho, estados de ánimo alterados, niños temerosos, apegados, amorosos, demandantes...
...mamá ansiosa, atareada, con mucha necesidad de sentir todo listo para recibir al nuevo bebé, y a la vez temiendo el momento de tenerlo afuera y no saber cómo hacer con tres paquetitos de amor juntos todos a mi alrededor...
...papá ocupado y preocupado, con unas pilas inmensas y toda la disponibilidad de la que es capaz...
...mamá con ganas de tener ratos de soledad en unos tiempos en los que no parece ser posible y escasean...
...niñitos incansables, con una energía inagotable, con ganas de mucho, de todo, de más...
...padres con el espacio de pareja acotadísimo, más que nunca...
¿cómo se hace?...
...la vida en pleno despliegue...
...qué kilombo,
¿y quién dijo que iba a ser más fácil o que tendría que serlo?
Hoy mi mamá recién llegada de sus vacaciones me dijo por teléfono: "¡¡venía en el avión pensando que vos en 5 años te armaste un familión, y con tres hijos varones, qué lindo!!"
Tiene razón, y me acordé de que cuando era chiquita si alguien me preguntaba qué quería ser cuando fuera grande, yo respondía con toda la fuerza de mis deseos: "ir a la facultad y después tener muchos hijos y ser mamá"
En mi cuarto de adolescente pinté un cartel que decía "Dreams do come true".
Recién releí un subrayado de un libro raro que leí hace unos años cuando solo éramos Ale, Andrés y yo, transcribo:
"¿Qué significa confiar? Significa tener el conocimiento de que tus pensamientos crean tu mundo; tener sencillamente la certeza, con una calma divina y un conocimiento interno de que si piensas en algo, asi es".
Al lado del párrafo subrayado en ese momento escribí en lápiz negro: "somos una familia feliz", hoy lo leo y me emociona, y me hace querer y creer en confiar y salir adelante.
Todo me emociona, ya vislumbro el estado de fragilidad puerperial en el que se hace tan difícil convivir con el resto del mundo.
Una con un nivel de vulnerabilidad extremo que hace que todo, absolutamente todo, cambie de forma y color, y los demás siguiendo con sus vidas como siempre, como corresponde, como debe ser.
Pero qué difícil es compartir el mundo ordinario en esas circunstancias. Los que te quieren te bancan, pero también te quieren matar.
Bueno... ya habrá tiempo de compartir sensaciones de puerperio, por ahora sigamos con el pre que está siendo bien difícil...
estoy a flor de piel... me ganan las sensaciones...
el otro día en la entrevista individual con las maestros de Brunito, que empieza sala de dos, casi me pongo a llorar de la emoción cuando me dijeron: "Bueno contanos un poco cómo es Bruno". Tuve que hacer un esfuerzo para evitar que los ojos se me llenaran de lágrimas, racionalizar un poco y empezar a hablar de las características del nene, porque de solo imaginármelo en el jardín de infantes con su entusiasmo, su luz y su alegría, me muero del amor.
O
tro momento en el que tuve que contenerme fue cuando Andi entrando al cole con toda la expectativa del rencuentro, su carita entre entusiasmada, ansiosa y tímida, con todas las ganas que tenía de volver y correr en el patio y ver a sus amigos, me agarraba fuerte de la mano como pidiéndome compañia y sostén. Lo sentí tan chiquito ¡mi almita! con su cuatro años y siendo el hermano mayor, quise abrazarlo contra mi para darle toda la confianza del mundo, pero no hice la escena, me contuve un poco y le agarre su manito fuerte hasta que él me la soltó y se fue feliz para su sala de cuatro.Bueno la corto acá porque ahora sí estando en casa escribiendo y sola me permito llorar de la emoción y ya no veo las letras, las lágrimas no me dejan ...