Friday, July 10, 2009

psicología profunda

"Alegato por una cierta anormalidad" es el título de un libro de Joyce McDougall que siempre que lo leo al pasar la vista por mi biblioteca me encanta.

ALEGATO POR UNA CIERTA ANORMALIDAD

es como decir ¡¡vivan las partes anormales que todos tenemos!!, ¿qué haríamos sin ellas?.

El libro es muy teórico, interesante y hace re pensar algunos conceptos claves del psicoanálisis.

Por estos días me llamó desde la biblio y lo estuve hojeando un poquito,
transcribo partes:

"El análisis se propone como objetivo hacernos descubrir todo lo que hemos pasado la vida ignorando, hacernos afrontar todo lo que hay de penoso, de más escandaloso en el fondo de nuestro ser, no solamente los deseos eróticos prohibidos, sino también nuestra avidez por todo lo que no poseemos, nuestra avaricia insospechada, nuestro narcisismo infantil, nuestra agresividad asesina. ¿Por qué se busca poseer este conocimiento? ¿Quién trata de cuestionar todo lo que sabe y todo lo que es? Que el analista se guarde para sí este tesoro cuestionable, dirán los que viven cómodamente a distancia de su inconciente.

En resumidas cuentas, ¿un análisis nos ayuda a vivir con la gente "normal"?"

"... Al construir su sólido muro de normalidad, la riqueza de la fantasía parece estar ausente, o quizá más cerca de la verdad de que ese muro restrictivo mantiene al sujeto fuera de contacto consigo mismo y con la vida imaginativa.

Los niños, que lo cuestionan todo, que imaginan lo inimaginable antes de ser "normalizados", en contraste con la mayoría de los adultos son sabios, auténticos creadores y formulan preguntas creativas. Reaparece en mí un recuerdo lejano; mi hijo, de tres años, me mira servir el té. "¡Eh, mamá! ¿por qué el té se queda en pie en la taza cuando lo vuelcas desde la tetera?" Yo veía, como si fuera la primera vez, la columna de té que, efectivamente, se quedaba "de pie" entre la tetera y la taza. Por añadidura me sentí incapaz de formular una explicación. ¿Por qué en la mayoría de nosotros, adultos, ese ojo infantil renuncia a su búsqueda apasionada? ¿En qué momento caen los tabiques, y qué es lo que determina el alcance de su opacidad o de su transparencia?."

" Todos tenemos sectores cerrados donde la luz de la pregunta y de la duda no penetra, donde los vínculos de ideas y percepciones ya no se establecerán. ¿Quién, en la edad adulta, sigue siendo capaz de cuestionar lo evidente? ¿De dibujar con la ingenuidad sofisticada del niño? ¿De ver en lo cotidiano lo fantástico que los otros ya no ven? ¿Un Einstein tal vez, un Picasso, un Freud?"

"A la dificultad de "ser", siempre es posible responder con una sobreadaptación al mundo real. Todo amenza entonces con pasar en circuito cerrado. La fuerza creadora, desordenada, se quiebra contra esa coraza que pone en peligro la vida misma. Raspamos un poco esa corteza que rodea a los "que-están-demasiado-bien-en-su-piel", ¿y qué hallamos? ¿Una psicosis en potencia? No cabe duda de que la "normalidad", erigida en ideal, es una psicosis bien compensada. Hay muchas pruebas que apoyan la hipótesis de que los accidentes psicóticos y psicosomáticos están disimulados en una "normalidad" no censurable, y que el mantenimiento de esta defensa caracterial es azarosa para la salud ante el estrés repentino.

No diré, sin embargo, que el psicoanálisis no puede aportar nada a los "supernormales". El trabajo analítico es un proceso creador y esos sujetos llevan en ellos mismos todos los elementos para crear su analista y su aventura psicanalítica, como cualquier otro. Cuando se internan en un psicoanálisis, si nada se crea, tal vez sea porque nosotros no hemos sabido oír su llamado."

muy jugada esta Joyce, me gusta!!

y la idea de "internación" en un trabajo psicoanalítico es buenísima, es la mejor actitud para entregarse a la aventura del autoconocimiento.



3 comments:

  1. Qué interesantes frases, Ximena.

    Cuántas veces se construyen ese "sólido muro de normalidad, la riqueza de la fantasía parece estar ausente"...

    Acentúo y rescato (inclusive para el trabajo personal) ese contacto con la vida imaginativa.


    ¿podemos vivir sin el despliegue de nuestra imaginación?

    Un besote

    R.P.

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  2. Me gustó la idea de rescatar "ese ojo infantil" y abrazar esa "fuerza creadora, desordenada"

    Puede ser muy terapéutico y liberador preguntar, jugar, crear, sin juicio (propios sobretodo) y sin un fin determinado...

    Gracias por tus posts tan inspiradores!!

    un beso,
    Vicky

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