El embarazo, el puerperio, la crianza, todo esto me conecta con el arte de vivir. Es una forma de estar, sensaciones de plenitud, encuentros con lo mas profundo. Es sentir la naturaleza atravesándome la vida.
Es ver la verdad de la vida. La finitud, para qué vivir. Es sentir todo mas hasta el fondo. Es ver claro. Es querer vivir mas intensamente. Es ser mas feliz.
El sentido de vivir. Parir. Dar vida.
Me gusta mucho ser mamá. Ser mamá es haber tenido la experiencia de ser dueña de la vida. Es ser responsable de cuidar esa vida que fue de una. Es enseñarle a ese paquetito de amor a ver el mundo, a descubrirlo.
El valor de dar vida, de participar en ese misterio de hacer a alguien, sale de uno, es nuestro y no es nuestro, pero tiene algo nuestro. El valor que adquiere la vida propia a partir de la llegada de un hijo. El sentido vital que se le imprime a la experiencia personal.
El sentido de entregarse a un estilo de buena crianza, de crianza comprometida, es vivir el crecimiento de los hijos como una aventura.
Aprender a transformarse uno en la medida que ellos crecen y se transforman y nos transforman. Nos hacen ser mejores en todos los sentidos. Traen desarrollo y cambios en todos los ámbitos. Tenemos que evolucionar como pareja que ahora somos padres. Como personas que ahora hacemos muchas mas cosas porque tenemos hijos y ellos requieren siempre demasiado de nosotros.
La crianza se puede vivir como una aventura expansiva alucinante.
No comments:
Post a Comment