Hoy entré a la librería a comprar un libro infantil para un regalito que quería hacer,
Lili me pregunta - "¿te abandonaron tus hombres?"
y yo que...
- "¡ay!"... le digo - "¡vos me decís eso y yo que siento que soy la que los abandona cuando me voy de casa por varias horas!",
y ella - "¿vos que andás siempre con tus hijos colgando?, no podés sentir eso"
Me quedé pensando en la subjetividad de las impresiones,
en cómo cada uno percibe, registra y siente desde lo más propio,
desde sus creencias y esquemas básicos, desde sus mandatos y modelos,
desde exigencias, temores, expectativas, ideales...
tantas variables nos atraviesan a cada paso.
Estos días me ronda la sensación de conflicto, de culpa, de estar en falta,
de ruido, de no sé que...
de si los dejo, cuánto los dejo,
¿es mucho, es demasiado, no es para tanto?
Me voy de casa a la mañana, no me ven por unas cuantas horas,
por otra parte tengo muchas cosas que hacer,
situaciones varias que se juntan y me tienen bastante ocupada,
y me sirve hacerlas, me hace bien, lo necesito,
algunas cosas por mi, otras por otros, otras por todos.
¿Cuánto puedo alejarme sin culpas, sin conflicto interior que me acompañe?,
¿cuánto les hace bien a los hijos que las madres cuiden sus vidas propias incluso al precio de alejarse de ellos o incluso por el hecho mismo de hacerlo?,
¿cuánto se puede estar instalada en una situación sintiendo que restarse a algunas cuestiones genera feas sensaciones y eso no hace bien tampoco?,
¿cuánto sirve estar mucho si eso resiente y enoja y al final siempre sale por algún lado aunque uno cree que controla o intenta hacerlo?,
Una vez más y como en todas las cosas se trata de encontrar el equilibrio justo,
la distancia óptima,
pero a veces suena idealista intentar equilibrios,
hay que mirar el todo,
hay épocas y momentos,
lo que importa es la suma de las partes,
lo que sirve es la calidad y no la cantidad,
pero cuidado que la falta hace mucho daño,
esas son las cosas que nos decimos las mujeres,
mujeres madres,
porque este tema es de muchas muchas muchas mujeres que intentamos conjugar vida propia con maternidad nutricia, comprometida, jugada,
y es un gran tema: el manejo de los tiempos, las cercanías y las distancias,
las necesidades,
las demandas,
los cuidados,
los excesos,
las pasiones,
lo de uno,
lo del otro,
lo de ellos,
lo de todos,
y tampoco sirve mucho estar dando vueltas sobre la frustración de lo que no sucede por no hacer lo que se desea.
Estos días siento muy fuerte que actualmente y dadas las circunstancias tenemos que poder re inventar un estilo propio de ser madres,
madres mujeres con intereses varios,
apasionadas por vivir más allá de nuestros hijos,
incluso sintiendo y sabiendo que la vida no tendría sentido sin ellos.
No me gusta pensarlo como una misión imposible, no me hace bien sentirlo inapropiado.
Creo en el desafío, en buscar soluciones nuevas, en encontrarle la forma, en poner la intención y la atención para lograr cuidar lo necesario,
lo fundamental, lo que trasciende,
y no perderse ni en fundamentalismos ridículos, ni en resignaciones eternas, ni en escenarios de frustración y error.
Lili me pregunta - "¿te abandonaron tus hombres?"
y yo que...
- "¡ay!"... le digo - "¡vos me decís eso y yo que siento que soy la que los abandona cuando me voy de casa por varias horas!",
y ella - "¿vos que andás siempre con tus hijos colgando?, no podés sentir eso"
Me quedé pensando en la subjetividad de las impresiones,
en cómo cada uno percibe, registra y siente desde lo más propio,
desde sus creencias y esquemas básicos, desde sus mandatos y modelos,
desde exigencias, temores, expectativas, ideales...
tantas variables nos atraviesan a cada paso.
Estos días me ronda la sensación de conflicto, de culpa, de estar en falta,
de ruido, de no sé que...
de si los dejo, cuánto los dejo,
¿es mucho, es demasiado, no es para tanto?
Me voy de casa a la mañana, no me ven por unas cuantas horas,
por otra parte tengo muchas cosas que hacer,
situaciones varias que se juntan y me tienen bastante ocupada,
y me sirve hacerlas, me hace bien, lo necesito,
algunas cosas por mi, otras por otros, otras por todos.
¿Cuánto puedo alejarme sin culpas, sin conflicto interior que me acompañe?,
¿cuánto les hace bien a los hijos que las madres cuiden sus vidas propias incluso al precio de alejarse de ellos o incluso por el hecho mismo de hacerlo?,
¿cuánto se puede estar instalada en una situación sintiendo que restarse a algunas cuestiones genera feas sensaciones y eso no hace bien tampoco?,
¿cuánto sirve estar mucho si eso resiente y enoja y al final siempre sale por algún lado aunque uno cree que controla o intenta hacerlo?,
Una vez más y como en todas las cosas se trata de encontrar el equilibrio justo,
la distancia óptima,
pero a veces suena idealista intentar equilibrios,
hay que mirar el todo,
hay épocas y momentos,
lo que importa es la suma de las partes,
lo que sirve es la calidad y no la cantidad,
pero cuidado que la falta hace mucho daño,
esas son las cosas que nos decimos las mujeres,
mujeres madres,
porque este tema es de muchas muchas muchas mujeres que intentamos conjugar vida propia con maternidad nutricia, comprometida, jugada,
y es un gran tema: el manejo de los tiempos, las cercanías y las distancias,
las necesidades,
las demandas,
los cuidados,
los excesos,
las pasiones,
lo de uno,
lo del otro,
lo de ellos,
lo de todos,
y tampoco sirve mucho estar dando vueltas sobre la frustración de lo que no sucede por no hacer lo que se desea.
Estos días siento muy fuerte que actualmente y dadas las circunstancias tenemos que poder re inventar un estilo propio de ser madres,
madres mujeres con intereses varios,
apasionadas por vivir más allá de nuestros hijos,
incluso sintiendo y sabiendo que la vida no tendría sentido sin ellos.
No me gusta pensarlo como una misión imposible, no me hace bien sentirlo inapropiado.
Creo en el desafío, en buscar soluciones nuevas, en encontrarle la forma, en poner la intención y la atención para lograr cuidar lo necesario,
lo fundamental, lo que trasciende,
y no perderse ni en fundamentalismos ridículos, ni en resignaciones eternas, ni en escenarios de frustración y error.
Qué justo lo que escribís!!! Será que a todas nos pasa algo parecido?
ReplyDeleteSí, se puedeeee Xime!! Aunque busquemos eternamente la modalidad justa, ese equilibrio utópico. Creo que gracias a que cada dos por tres nos hacemos esos planteos, y tratamos de ajustar las cosas, es que SI, se puede con las dos cosas: la vida e intereses propios y la maternidad "jugada". Yo eso quiero creer...... =)
ReplyDelete¡¡hola Charo qué hermosa la foto con tu hijita, están divinas las dos!!
ReplyDeleteGracias Meri, gracias por el apoyo y la onda, coincido con vos.
Bueno amiga: ¿¿te llegan unos aplausos a traves de la compu??
ReplyDeletecuantas cosas, cuantas preguntas.
Siento que en el cuestionarnos todas estas cosas hay transmiciones sanas e importantes para nuestros hijos. Porque buscamos, porque queremos estar, porque nos mostramos en el camino..
Besitos.
Vero
sabes que siempre, a pesar del paso del tiempo, y del cambio en los enfoques y en los intereses, seguis siendo una mujer entera para mi, este blog sigue teniendo gusto a dulce, y tus palabras siempre me tocan por dentro, me acarician, me devuelven cosas, y a pesar de no conocerte en persona siento mucho cariño por vos.
ReplyDeleteMe pregunto lo mismo, por los tiempos, y sobre como da lugar a mis deseos y a los de cata, sabiendo que a veces son opuestos...no creo en el equilibrio perfecto pero trato de buscar la gama de los grises...supongo que en la medida en que cuando este con ella ESTE de verdad, ofreciendole mirada, contacto, comunicacion... se puede ir en busca de un espacio propio!
besos! (no me andan las tildes)
Xime,el hecho de pensarlos,es ya un avance taaaan grande
ReplyDeleteno es que cerramos la puerta ,nos vamos y ya
otra cosa
cada vez me cuesta mas oir eso de calidad vs cantidad !!!
sin idealizar ,
PENSA LO DIFICIL QUE ES DAR calidad en 3 0 4 HS POR DIA!!!
Y OJO,ES LA REALIDAD DE MUCHOS NENES ,y madres!!!
NO SON UNOS POCOS
yo particularmente corro todo el día intentando llegar al jardín a las 12 ,a las 16 a buscar al cole al mas grande,estar a la hora de la leche,lo disfruto
se que me esperan y yo a ellos
un beso
Hola Xime!
ReplyDeleteEn la antigua China había un puente famoso por sus fantasmas.
Una noche de lluvia un viajero asustado debió cruzarlo. A mitad de camino sintió que "algo" le tocaba el hombro y al darse vuelta vio un fantasma pequeño que le gritaba.
Pálido de terror corríó desesperado y entró al baño público al final del puente con el corazón como un tambor.
Un rato después entró un niño empapado y temblando de miedo.
"señor, qué suerte que lo encuentro. Tenía que cruzar el puente y como tenía mucho miedo corrí hacia un adulto para pedirle que me acompañe.
Pero no era un adulto, era un fantasma horrible que me aulló en la cara. Por suerte pude correr hasta aquí".
La distancia óptima es un problema fundamental en la vida. No sólo con los hijos, sino con las parejas, los amigos, las pasiones, el trabajo y todas las cosas.
Vero, Viole, gracias por el cariño y la buena onda, lo siento, me llega, son un amor,
ReplyDeleteMarce totalmente de acuerdo con vos,
Goolian qué linda e instructiva tu visita,
UFF QUE DIFICIL ES...UNA QUIERE ESTAR EN TODOS LADOS Y HACERLO LO MEJOR POSIBLE!!!
ReplyDeleteA VECES NOSE PUEDE Y NOS GENERA ESA ANGUSTIA DE SABER SI ESTA BIEN LO QUE HACEMOS.
YO VUELVO AL RUEDO EN DOS SEMANAS Y TENGO ESA SENSACION DE ABANDONO,PERO A LA VEZ EL DESEO DE REENCONTRARME CON MI GENTE Y MIS ESPACIO....ESTARA BIEN? ME DA BRONCA PERDERME DE ESAS HORAS CON THIAGO,PERO A LA VEZ NECESITO LO OTRO!!..UFFF QUE DIFICIL ES ELEGIR Y MAS CUANDO ESTA UN HIJO DE POR MEDIO.....ME CONSUELA SABER QUE NO SOY LA UNICA Y QUE MI MADRE TRABAJO SIEMPRE Y AQUI ESTAMOS CON MI HERMANA SANAS Y SALVAS JAJAJA!
ABRAZOS....TE ESPERO EN EL BLOG!
Me encanto lo de Goolian. Si, uno vive así y así le sale. De otra manera, yo no podría. No puedo dejarlos todo el día y no puedo hacer algunos trabajos con ellos. Pero, ojo, ellos también necesitan un tiempito sin mí. Un abrazo
ReplyDeleteLo mejor que podés hacer por tus hijos, es predicar con una buena vida personal. Todo lo que digas, todo lo que sugieras, todo lo que hables, todo el tiempo que estés con ellos, no tendrá sentido si no les podés exhibir una vida propia con sentido. Asi que trankila, salí al mundo, viví la mejor vida, y ellos tendrán el mejor legado.
ReplyDeleteA las feministas de otrora les debemos la emancipación de la mujer... y generaciones después el habernos dado cuenta de que la autorrealización sin ser moderada por la "crianza de cerca" -como vos decís- hace de las madres y los hijos seres con grandes carencias afectivas.
ReplyDeleteNosotras venimos a ser como un nuevo hito en la historia, un punto de inflexión. Es tan difícil como antes, porque el desafío se duplica.
Es más o menos el planteo que hace Marilen Stengel en el libro que te comenté, "La mujer presente". Te lo presto, obvio.
Beso grande amiga!
Klau, suerte en tu vuelta,
ReplyDeleteRoss qué bueno lo que decís, claro que ellos también necesitan descansar de nosotras, qué buen punto,
Ricardo, tu mirada objetiva y masculina me viene super bien en este momento, gracias,
Mai, muy bien dicho, tal cual, me interesa el libro,dale,
cariños a todos por la cercanía desplegada en estos comentarios, estos días viene bien sentirse apoyada, gracias