Wednesday, November 16, 2011

belleza y realidad pura y absoluta

del libro "Reflexiones sobre la vida" de Joseph Campbell:

"La diosa era la única que conocía la energía secreta del mundo, que lo movía todo y que había ayudado a los dioses en la victoria; era el poder que estaba dentro de ellos, cuya existencia ellos mismos desconocían. Creían ser fuertes en sí mismos, pero sin esta fuerza, o contra ella, no habrían podido ni doblegar una brizna de hierba. La diosa conocía la fuerza universal, que los sacerdotes védicos llaman brahaman y los hinduistas llaman sakti, pues sakti, que equivale a "energía", es la esencia y el nombre de la Gran Diosa misma, de ahí que ella pudiera explicar el ser misterioso a los dioses, y pudiera enseñarles su secreto, pues era su propio secreto."

"Todo ser tiene un aspecto dual, revela una cara amistosa y una amenazante. Todos los dioses tienen una forma encantadora y una odiosa, de acuerdo con cómo se acerque uno a ellos; pero la Gran Diosa es la energía del mundo, que toma forma en todas las cosas. Todos los rostros amistosos y amenazantes son facetas de su esencia. Lo que parece una dualidad en el dios individual, es una multiplicación infinita en el ser total de ella...

Ella es la muda seguridad de la vida en sí misma; desde las cenizas de las selvas quemadas eleva flores nuevas cuya putrefaccion está cargada de una vida nueva, una vida nueva que alrededor no ve más que vida en sus transiciones y transformaciones sin sombra de muerte, así como nosotros, cuando hundimos los dientes en una fruta madura, o arrancamos una planta viva del jardín, no tenemos conciencia de la muerte.

Hagamos lo que hagamos, despiertos o dormidos, consciente o involuntariamente en el ciclo de nuestra carne y al ritmo acompañante de la música del alma; hagamos lo que hagamos mientras nuestro cuerpo crece y se destruye, absorbe y excreta, respira y procrea, o confiere alegría por encima de los límites de la furia y el dolor... todo esto es apenas un gesto de la Gran Madre, jaganmayi (que consiste en todos los mundos y los seres), que incesantemente hace lo mismo con su cuerpo mundano en interminables miles de formas... Ver la naturaleza dual de la diosa, abrazante y devorante, ver el resposo en la catástrofe, la seguridad en el peligro, es conocerla y estar salvado... Es la figuración perfecta de las trampas placenteras de la vida y su impiadosa destrucción: los dos polos cargados con la más extrema tensión, y aun así fundiéndose siempre. - Zimmer."

Gracias Meri, te extraño y te quiero tanto!!!