El domingo me compré "Pajaritos" de Anais Nin, pensando que tal vez puedo leer de a un cuento cada tanto,
creo que me conquistó porque es de formato pequeño y porque me trajo reminiscencias de épocas de lecturas largas, intensas, de deseos, proyectos y tanto por descubrir,
sensaciones fuertes,
mucho Simone de Bovaire
y Sartre,
escenarios parisinos,
existencialismo a pleno...
siestas extendidas y placenteras rodeadas de libros y rompecabezas, pelis con pausa y después seguir... sin ningún límite extra.
Ir a la librería todos juntos estuvo bueno, los chicos tocaron y miraron libritos un rato, nosotros intentamos hojear un poco algo, Felixito trepó escalones,
Lindo y piola el programa hasta que el sector infantil empezó a ser más una trepadora que otra cosa y entonces...
a otra cosa...
y sí, asi son los tiempos y los momentos con los chiquis, cortitos...
Cortitos para nosotros que si estamos solos somos capaces de pasarnos ratos largos en librerías mirando y comentando libros,
para ellos estuvo re bien, descubrieron, comentaron, investigaron un poco y ya... vamos...
vamos...
vamos...
demasiado mundo afuera por conquistar.
Igual estuvo genial.
Armé estrategia familiar de abuelos y demás para dejar a los niños y poder ir al cine a ver la tan super recomendada peli, "no te la podés perder", ganadora de premios y demás "¿Quién quiere ser millonario?",
duramos 40 minutos, me resultó durísima al punto de sentir que por mejor que se pusiera después yo no quería ver lo que estaba viendo,
o mejor dicho, no quería sentir lo que ver esa peli me estaba haciendo sentir.
Nos fuimos del cine, frustrados, ya era tarde para entrar a ver otra, domingo a la noche, cambio de horario, mañana es lunes, Jardín temprano ...
Comer algo en uno de nuestros favoritos, imposible, partido a todo lo que dá. Huímos.
De todas maneras le dimos un giro interesante a la noche y terminó bastante bien, pero...
Pero estoy en una de esas épocas en las que ¡ay..., quiero un poquito de hacer mi vida sin tener que tener en cuenta tantas cosas!...,
extraño algo de esa libertad de antes, sí, aunque suene cliche,
extraño esa sensación de no rendirle cuentas a nada ni a nadie más que a mi.
Asi y todo me pasa que cuando nos cruzamos con esas parejas solas, tranquilas, con diarios extendidos sobre la mesa del bar y cafe calentito tomado en paz...
de repente... cruzamos miradas cómplices sabiendo que compartimos el sentimiento de "por nada del mundo cambiamos nuestro amado quilombo actual",
y nos sentimos re juntos, jugados y felices por este momento que vivimos a full,
asi es,
asi es,
asi es,
no querramos entenderlo,
vivámoslo como mejor vamos pudiendo.
Que lindo lo que escribiste, unos lindos momentos.
ReplyDeleteMe siento muy identificada con esto,me doy cuenta que tenemos algo en común....somos mujeres, además de madres y esposas.
A veces necesito mi espacio, pero cuando lo tengo los necesitos a ellos....
seguiré tú recomendación de la peli, Saludos.
Xime sos genial! es tal cual lo decis...a veces se re extraña esa libertad pero como vos decis NO LO CAMBIO POR NADA DEL MUNDO
ReplyDeletecompartido al maximo
besote
EUGE
Hola Xime!
ReplyDeleteMe pasa lo mismo. Por momentos añoro ese momento cuando nadie me esperaba en casa y podía vagar tranquila por calle Corrientes viendo libros hasta cualquier hora. Hoy me alegro de haberlo hecho y abrazo feliz mi quilombo diario de colegios, hijos y clases.
Pero si no me reservo un rato de soledad diario me resulta difícil disfrutarlo.
En eso estamos muchas,no?
En distintos lugares del planeta, entre el ser mujer-esposa-madre-profesional y otros roles.
Agradezco leer tu blog y otros como los Ania y de Euge, valoro mucho su compañìa en este camino.
beso,
Vicky
¡Por fin puedo comentar con alguien la pelicula Quien quiere ser millonario! Nadie de mi cìrculo la ha visto, y la verdad es que pare mi fue FUERTÍSIMA. Me pasò lo mismo que a ti, y en un momento me quise parar del cine e irme (tambièn dejé encargado a mis dos hijos con abuela para poder verla). Pero no pude, en parte porque era "mi tarde libre" y por otra porque no me permití "ir contra la corriente" y dejar de verla. Y la verdad son como dos horas de puro sufrimiento, para finamente ver 5 minutos de alegría. Yo quedé con una sensación muy amarga, de mucho dolor, muy impactada por la vida de esos niños. Me gustó leerte y saber que te pasó algo similar.
ReplyDeleteMe re identifico Xime! Yo a veces siento que quiero rajar!! Ni se duerme en casa... Ufa!
ReplyDeleteMe encanta que vivir y decir la maternidad no sea esos discursos naif donde todo el deseo pasa sólo por el rol materno. A nuestros hijos, además, me parece que les hace bien el límite de que mamá también tiene sus propios deseos e inquietudes.
Beso grande amiga!
Ayy, yo también a veces pienso, cuando llego de trabajar y los dos están a full esperándome, ansiando mis brazos sin dejarme siquiera sacarme los zapatos, pienso que hasta hace no mucho era soltera y me iba a jugar al squash a las 12 de la noche y llegaba y me bañaba y me veía una peli cenando en la cama.
ReplyDeleteA veces lo extraño. A veces.
Pero jamás lo cambiaría por lo que tenemos.