Recibir una mala noticia,
de esas que nos impactan el alma,
se siente como una luz que se apaga en nuestro escenario existencial,
como una sombra que se interpone y oscurece el horizonte que nos contiene,
se escucha un coro apagado que nos acompaña,
se endurecen los músculos y dudamos del movimiento posible,
albergamos el dolor, le hacemos un lugar, por momentos con mayor aceptación pero se imponen rayos de rebeldía, de intolerable realidad, de no querer saber que hay cosas que son asi y tienen que ser como tengan que ser...
y aunque la vida siga sufrimos igual.
si...oscurece el horizonte que nos contiene....me resultó muy clara esa imagen. Espero que tu tristeza no sea tan larga ni tan dura y desde acá te mando un poquito de calor.
ReplyDeletebesos!
Tu post no puede ser más descriptivo, y además es tal cual me siento yo hoy, hace unas horas.
ReplyDeleteEspero que sea un dolor llevadero, y poco solitario. Un saludo de ánimo.
Como y cuanto quisieramos que la tristeza ni las desgracias nos toquen, pero son tan inevitables como el resto de las cosas. Y de pronto uno se descubre nuevamente conectado con la vida, alegre, dejándose llevar hasta que nuevamente el tope de lo inesperado aparece sacudiendo de un simbronazo. Es tan fuerte que opaca el resto, ¿pero de que otra forma aprenderíamos?. Esto me lo pregunto siempre. Vivimos en un planeta herido y miramos hacia otro lado, lo mismo con los niños que sufren, con los viejos descartados…
ReplyDeleteSi algún significado, el famoso “para que de las cosas”, puede develarse frente a la adversidad y lo doloroso que pueda aparecer, tal vez sea el aprendizaje de ciertas cuestiones que de otra manera sería muy difícil de incorporar. O simplemente aceptar que es parte de la vida.
Natalia
Nature's first green is gold , her hardest hue to hold . Her early leaf's a flower ; but only so an hour . Then leaf subsides to leaf . So eden sank to grief , so dawn goes down to stay . Nothing gold can stay .- Robert Frost .
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