"Te conmino a que no te distraigas. Más bien, disfruta del despertar. Aprovéchalo. Detente y observa la fotografía que te muestra cuando eras más joven. Deja que el momento de tristeza te invada y demórate en él; saborea su dulzura, además de su amargor.No olvides que mantenerte consciente de la muerte, abrazarte a su sombra, es una ventaja. Tal conciencia puede integrar la oscuridad a tu chispa vital y realzar lo que te queda de la vida. La manera de valorar la vida, la manera de sentir compasión por los demás, la manera de amar cualquier cosa con más profundidad es ser consciente de que estas experiencias están destinadas a perecer"
Lo recomiendo, para todos los que sentimos que los buenos duelos, por más duros, dolorosos y difíciles que sean, nos traen calidad de vida, este libro es una obra maestra.
Duelar bien es poder dejar morir lo que tenga que morir de uno mismo como de los demás,
para seguir creciendo, para cambiar, para correrse de lugar, para ver más claro, para ser auténtico, para poder cuidar, para honrar la vida.
Yalom es genial.Aunque no lei este libro (ya lo hare), vivi ese proceso guiada por una analista y es inexplicable lo que un buen duelo puede traer de vida.Y cuanto crecimiento hay en las muertes.
ReplyDeleteEs raro,es como ese ciclo vida-muerte-vida que habla Pinkola Estes.
Cuanto me alimenta tu blog,gracias
No conozco al autor, pero me gusta mucho lo que de él pusiste.
ReplyDeleteLa noción del límite, del anonadamiento, es toda una tarea para lograr la autorrealización personal.
Besito
R.P.
QUE GANAS TENGO DE LEER ESE LIBRO....GRACIAS A VARIAS AMIGAS QUE LO HABEIS LEIDO Y HABLAIS DE EL.....LLEVO MESES BUSCANDOLO ... CUANDO LO LEA....
ReplyDeleteMuy buenas palabras, Yalom no para de decir verdades. El Don de la terapia me introdujo en sesión, y El Día que Nietzsche lloró me gustó mucho el libro, y vi la obra pero me quedo con el libro.
ReplyDeleteTe comparto lo que me salió en estos días expresar sobre la muerte.
Beso.